
En ocasiones, cuando ciertas circunstancias confluyen para hacerlos posibles, los problemas de salud que por lo general constituyen una cuestión puramente medica se transforman en problemas sociales, en los que varios elementos de diversa índole determinan la aparición de enfermedades en la población, alterando los parámetros normales de distribución patológica y elevando los índices de morbimortalidad.
La conjunción de malas políticas sanitarias y ambientales, gobernantes corruptos, industrias poderosas e irresponsables y comunidades pasivas son un caldo de cultivo ideal para la aparición de problemáticas como las que se plantea en la ciudad de Campana, provincia de Buenos Aires, Argentina, donde es “vox populi” que el cáncer es moneda corriente, donde todos saben quienes son los que contaminan agua, tierra y aire, donde ningún político se vuelve incorrupto frente al poderío económico de las empresas, donde la población aun así permanece sin involucrarse.
La conjunción de malas políticas sanitarias y ambientales, gobernantes corruptos, industrias poderosas e irresponsables y comunidades pasivas son un caldo de cultivo ideal para la aparición de problemáticas como las que se plantea en la ciudad de Campana, provincia de Buenos Aires, Argentina, donde es “vox populi” que el cáncer es moneda corriente, donde todos saben quienes son los que contaminan agua, tierra y aire, donde ningún político se vuelve incorrupto frente al poderío económico de las empresas, donde la población aun así permanece sin involucrarse.
¿Quienes son los responsables?
Los dirigentes políticos, porque no se atreven a exigir a las empresas el cuidado del medio ambiente; porque no instrumentan una política ambiental seria y responsable; porque se doblan frente a las coimas, limosnas del poderío económico de las empresas multinacionales; porque no investigan a fondo el problema; porque comparten con las empresas ciertos datos que nunca verán la luz; porque ocultando información se convierten en cómplices de esta matanza silenciosa.
Las empresas, porque continúan produciendo trastornos ambientales acumulativos e irreversibles; porque confían en que construyendo plazas o plantando arbolitos creeremos que se preocupan por el medio ambiente; porque confían en que lavándole la cara al hospital no veremos la crisis sanitaria subyacente; porque consideran que sus empresas valen mas que la vida de un solo hombre; porque aun sabiendo el efecto que causan no lo previenen ni lo reparan; porque monopolizan la información que manejan y no dan a conocerla; porque sabiéndose responsables delegan responsabilidades; porque frenan o corporativizan cualquier intento de estudio independiente.
La Comunidad, porque no nos hemos organizado aun para exigir un cambio; porque hemos creído durante largo tiempo que padecer cáncer era solo cuestión del destino; porque hemos dejado pasar demasiadas muertes sin reaccionar; porque es hora de hacer uso de nuestro poder como ciudadanos para resolver el problema que políticos, empresarios y falsos ambientalistas JAMÁS solucionaron ni lo harán.
No hay comentarios:
Publicar un comentario